30/08/2019 3:29:53 p.m.

El Ministro de Comercio, Industria y Turismo, explica las estrategias de "Estado Simple, Colombia Ágil" para solucionar problemas inmediatos y, a la vez, tomar medidas a mediano y largo plazo que garanticen una legislación justa pero amigable con los ciudadanos y los empresarios

Por José Manuel Restrepo Abondano
Ministro de Comercio, Industria y Turismo
Twitter: @jrestrp
 
Han pasado once meses desde que el Gobierno Nacional puso en marcha la estrategia “Estado Simple, Colombia Ágil” –incluida en el Plan Nacional de Desarrollo- con el fin de trabajar por un país con menos trámites y barreras, bajo la dirección de dos pilares fundamentales: la legalidad y el emprendimiento.

Así, le apostamos a una Colombia que pueda desarrollar estrategias como esta, que impacten la gestión de las empresas y la vida de quienes necesitan procesos eficientes y competitivos.

No queremos personas recorriendo las ciudades con una carpeta llena de documentos debajo del brazo, filas hechas desde la madrugada para reclamar una ficha que sirve para hacer otra fila, fotocopias de la cédula al 150% ni formularios interminables.

Estamos convencidos de que nadie quiere eso. Eliminar, simplificar o virtualizar trámites, barreras y normas, es una necesidad. Desde el punto de vista empresarial, es una situación que afecta la productividad de las empresas. Esto genera costos exagerados y le quita competitividad a Colombia.

Y desde el punto de vista del ciudadano, no hay ninguna justificación para que el acceso a los servicios del Estado se asemeje a una carrera de obstáculos. Y, peor todavía, que las obligaciones que debe cumplir la gente sean un viacrucis.

Lo anterior es el gran problema. Para resolver ese gran obstáculo, “Estado Simple, Colombia Ágil” es gran parte de la solución. A la fecha, hemos logrado 1.147 intervenciones que involucran a más de 160 entidades oficiales, nacionales y regionales. Esa cifra, por cierto, supera con creces la meta impuesta para este 2019: 900 intervenciones. De los resultados, 843 corresponden a trámites y 89 a barreras que obstaculizan procesos rápidos y eficaces.

En 12 ministerios, 48 alcaldías, 11 gobernaciones y en otras entidades como el ICA, el Invima y la Dian, se han eliminado, simplificado o automatizado procesos y procedimientos para facilitarles la vida a los colombianos y, sin duda, a los empresarios.

Gracias a ello, cada vez son menos las diligencias presenciales, porque se pueden hacer total o parcialmente en línea. Y cuando es necesario ir, son menos los papeles que hay que entregar, hay más puntos de atención, horarios más amplios y menos requisitos. En algunos casos hemos logrado el mejor de los trámites: el que no existe.

Somos conscientes de que esta información poco o nada le dice a quien está haciendo fila en cualquier oficina pública. Sin embargo, podemos garantizar que estamos trabajando para que en un futuro, lo más cercano posible, esa fila desgastante deje de existir. También para que no resucite, o sea reemplazada por otra.

El trámite, a veces, es la punta del iceberg. Existe porque hay leyes, resoluciones y decretos que fijan los requisitos que obligan a crearlo, o deja en libertad a los funcionarios del Estado para que generen trabas al ciudadano.

“Estado Simple, Colombia Ágil” tiene un componente que aborda ese problema. Es decir, la campaña está enfocada en eliminar las normas obsoletas y las que no sirven. También se hizo para intervenir las medidas de alto impacto, las que más inciden en la productividad de las empresas y más costos generan al sector productivo, a los ciudadanos y al mismo Gobierno.

215 intervenciones a normas y regulaciones han sido el primer avance en este proceso, que requiere un trabajo de precisión administrativa y cuyos resultados se verán a mediano y largo plazo. No es solo eliminar, sino garantizar que no aparezcan regulaciones nuevas. Algunos países han logrado que por cada norma nueva, desaparezcan tres. En eso estamos trabajando.

Y cuando digo ‘estamos’ me refiero a todos los colombianos. Desde que empezó la campaña, habilitamos diversos mecanismos para escuchar a las personas. Ellas son las que conocen el problema porque lo viven a diario. Y como nos ha demostrado la experiencia, muchas veces tienen la solución, solo hay que escucharlos.
Cada logro que hemos alcanzando es un golpe a la corrupción. Cuando un procedimiento se complica demasiado, se abre la puerta a las soluciones ilegales. Lo mismo pasa si el poder decisorio depende de una sola persona.

Son muchas las aristas que justifican todo lo que hemos hecho. Un dato clave: si se trata del bolsillo de los colombianos, los ahorros superan los $24.000 millones en desplazamientos, papeleo y uso del tiempo.

Los empresarios deben dedicarse a hacer negocios y los ciudadanos del común, como nos lo dijo uno de ellos, a pasear con los nietos en vez de estar haciendo diligencias en entidades públicas. Ese es el país que todos queremos.

Fuente: Kyenyke.com. Ir a la fuente

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